Dentro del marco del BAFICI (festival de cine independiente) que se realizó en Buenos Aires, vi(mos) dos películas. Una fue la que subí anteriormente, El último verano de la boyita. La otra, esta. Sacamos por sacarlas...realmente no me interesa elegir mucho en este festival. Creo que siempre son buenos los largometrajes que se proyectan en este festival, y además, me gusta sorprenderme. Pero claro..con las entradas en la mano, nos dispusimos a leer la grilla y las sinopsis de las pelis y cuando encontramos la de "Kings..." pensé: obreros?? competencia?? de repente me imaginé un documental que me mostrase una competencia para entre dos grupos de obreros para ver quien terminaba mas rápido y mejor un edificio...juaajajaj...cualquiera! y me llené de prejuicios. Por suerte, me demostró que estaba equivocada. Fue una gran película, un gran documental. No podía creer que la gastronomía sea tomada tan enserio en Francia, ver a hombre prepararse durante años para esta competencia, ver llorar a un francés porque se le rompió una escultura de chocolate. Fue loco, me abrió un poco la cabeza con respecto a este tema. Además, conocí un mundo nuevo. La pastelería en Francia.
Se las recomiendo, de acá a 50 años. Saludos!
Información del Film "Reyes de la pastelería"
Año: 2009
Países: Estados Unidos Reino Unido
Directores: Chris HegedusDonn, Alan Pennebaker
Color: Color
Formato: HD
Duración: 84 min
Reparto:
* Sebastien Canonne
* Jacquy Pfeiffer
* Rachel Beaudry
* Philippe Rigollot
* Stephane Glacier
Produccion:
* FOTOGRAFÍA: Chris Hegedus,
* D. A. Pennebaker, Nick Doob
* MONTAJE: Chris Hegedus,
* D. A. Pennebaker
* PRODUCCIÓN: Flora Lazar,
* Frazer Pennebaker
Sinopsis
La patiserie es para Francia una cuestión idiosincrática. La excelencia no es algo a lo que la crema de los patissières franceses aspiran, sino algo que necesitan. Esa necesidad tiene un curioso título honorario: Mejor Obrero de Francia, categoría exclusiva a la que se accede luego de superar tres días intensivos de hornear y moldear con precisión, delicadeza y velocidad. El tándem Pennebaker y Hegedus nos lleva a la cocina de ese mundillo y observa, con tierna complicidad, a los sufridos candidatos en su rally culinario, al ritmo dulce de Django Reinhardt. Hay algo conmovedor en ver a estos tipos maduros construyendo esculturas de azúcar como nenes, embelesados con su propia creación mientras a su alrededor se los ausculta con el rigor de un campo de concentración. La película, de engañosa sencillez, muestra sin resaltar dos cosas: que la omnipotencia de la moral en Francia alcanza hasta a las tortas y que detrás de los placeres más poderosos para el paladar hay una historia de angustias que jamás deja rastro en el chocolate.?
Guido Segal
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